SEÚL, (AFP).- Corea del Norte disparó el martes decenas de obuses contra una isla surcoreana, que mataron a dos militares y provocaron una réplica inmediata de Corea del Sur, en una situación regional ya tensa por la revelación de un nuevo programa de enriquecimiento de uranio de Pyongyang.
Corea del Sur decretó el estado de alerta de sus fuerzas armadas y advirtió que tomará "represalias" en caso de nuevas "provocaciones", tras uno de los incidentes fronterizos más graves desde la Guerra de Corea de 1950-1953.
Corea del Norte, por su lado, acusó a Seúl de haber disparado primero.
"El enemigo surcoreano, pese a nuestras reiteradas advertencias, se libró a provocaciones militares con disparos de artillería contra nuestro territorio marítimo junto a la isla de Yeonpyeong, a partir de la 13H00 (04H00 GMT)", afirmó la comandancia del ejército norcoreano en un comunicado divulgado por la agencia oficial KCNA. Según un balance de las Fuerzas Armadas surcoreanas, dos infantes de marina murieron en el bombardeo de la isla, que también dejó cinco heridos graves y diez heridos leves.
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